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Coronavirus

La OMS sostiene que no habrá vacunaciones masivas al menos hasta mediados de 2021

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Europa recibirá en diciembre 30 millones de dosis de esta vacuna, de los que 3 millones irán a parar a España.
Europa recibirá en diciembre 30 millones de dosis de esta vacuna, de los que 3 millones irán a parar a España.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que lo más probable es que haya que esperar hasta mediados de 2021 para que se realicen vacunaciones masivas contra la COVID-19.

"En términos realistas, no esperamos ver vacunaciones masivas hasta mediados del próximo año", ha dichoa la portavoz de la organización, Margaret Harris, que ha precisado que entre seis y nueve candidatas a vacunas están en fases avanzadas de investigación, con una parte de ellas en la fase 3 de los ensayos clínicos, que requieren la participación de 30.000 a más voluntarios y de la que se extrae la información sobre la eficacia del producto y se confirma que es seguro.

La carrera por desarrollar una vacuna contra la COVID-19 a la que se han lanzado decenas de farmacéuticas y firmas biotecnológicas ha generado esperanza y a la vez confusión sobre los plazos en los cuales una o más vacunas realmente podrían estar disponible para el público.

Harris reconoció que esta confusión existe y que, en parte, ha sido alimentada por el hecho de que hay gente que está siendo vacunada en el marco de los ensayos clínicos que se están realizando con varias vacunas candidatas, pero que no se sabe si realmente funcionan.

"Los diferentes grupos de investigación están vacunando a gente, pero en estos momentos no tenemos una señal clara de que se haya llegado a un nivel de eficacia y seguridad suficiente", explicó Harris.

Agregó que, en vista de los recursos que se están poniendo en ello, es muy probable que termine habiendo más de una vacuna disponible y que las que salgan al mercado podrían ser utilizadas en distintos grupos de población.

El peligro de "alimentar falsas esperanzas"

No obstante, Harris reconoció el peligro de "alimentar falsas esperanzas" entre la población porque esto puede "aumentar la complacencia" frente al virus y hacer que se descuiden gestos básicos de prevención, como la distancia social, el uso de mascarillas y el lavado de manos.

"Recordemos que al principio de esta pandemia muchos le restaron importancia y decían que pasaría pronto. Esa actitud nos ha llevado a tiempos muy difíciles", comentó la portavoz.

Frente a la impaciencia alrededor de la búsqueda de una vacuna, Harris sostuvo que la fase 3 de los ensayos clínicos es la que más tiempo toma, pero debe ser bien realizada para entender plenamente el nivel de protección que ofrece la vacuna y su nivel de seguridad.

Agregó que se deben comparar los resultados de las diferentes candidatas a vacuna para ver cuál es la mejor y que, para eso, los datos de las investigaciones deben ser compartidos.

China y Rusia afirman haber descubierto vacunas que funcionan contra la COVID-19 y han señalado que han empezado a utilizarlas en sus poblaciones o están por hacerlo, a pesar de que no han concluido la fase 3 de los ensayos clínicos. Harris no pudo confirmar si la OMS ha recibido los datos científicos que ha solicitado a Rusia sobre su vacuna.

Como consecuencia del alto margen de error del desarrollo de vacunas, los investigadores suelen seguir un proceso lineal en el que cada evidencia se analiza hasta el mínimo detalle antes de dar el siguiente paso. Pero ahora los procesos de investigación arrancan lo antes posible y muchas fases se ejecutan en paralelo, abandonando el esquema lineal.

El objetivo es ganar tiempo a toda costa, aunque eso pueda conllevar un mayor riesgo de fracaso. Por ejemplo, una de las medidas que se está adoptando es la de empezar la fase clínica en humanos antes de finalizar la fase en modelos animales. O comenzar a producir masivamente la vacuna antes incluso de saber si tendrá éxito.