Cuánto tiempo esperar entre las dos dosis de las vacunas

Big Vang

Empezamos el año 2021 con buenas noticias en medio de nuestra lucha contra reloj: la agencia reguladora de medicamentos y productos sanitarios del Reino Unido (MHRA) aprobó la primera vacuna contra COVID19 basada en adenovirus modificados, la conocida como “vacuna de Oxford y AstraZeneca”. En el día de Reyes (6 de Enero de 2021), la Agencia Europea del Medicamento (EMA) añade una tercera vacuna para uso humano en Europa, la conocida como “vacuna de Moderna”.

Con otras vacunas en fase final de aprobación, y con ensayos clínicos aún en marcha para corroborar seguridad a largo plazo y efectividad en subpoblaciones de interés, podemos estar orgullosos: solo los más optimistas predecíamos antes del verano que menos de un año después de genotipar el virus (SARS-CoV-2) ya tendríamos vacunas contra él. El cómo y el porqué de tantos avances tan rápidos son una historia fascinante, quizá para otro momento.

Los reguladores han tomado decisiones distintas, todas  válidas, valorando la evidencia científica y la situación de la epidemia

Ahora, con estas tres vacunas en el mercado de forma inminente, nos encontramos ante una disyuntiva, esta vez de naturaleza logística y epidemiológica: ¿hay que vacunar con dos dosis con tres semanas de diferencia, o vale la pena separar la segunda dosis hasta tres meses si esto nos ayuda a vacunar a más gente más rápidamente? Los argumentos son interesantes en ambos sentidos y, como resultado, distintos países tomarán distintas decisiones según su contexto. Me explico.

En primer lugar, la defensa de completar la segunda dosis de forma puntual a las tres semanas de la primera se basa en los datos disponibles de los estudios realizados con las vacunas mRNA hasta la fecha, donde decenas de miles de personas (más de 70.000 participantes hasta hoy) recibieron un régimen de vacunación de 2 dosis separadas por 3 semanas, bien con vacuna activa o bien con un placebo (una especie de “suero” sin actividad pero de aspecto similar a la vacuna). Es fácil por tanto defender que, si se quieren hacer las cosas al pie de la letra, habría que dar ambas dosis tal y como se probaron en estos estudios.

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Una enfermera del hospital de Sant Pau en Barcelona muestra un vial de la vacuna de Pfizer-BioNTech 

Efe

Existen al menos una dificultad y una incertidumbre a tener en cuenta con esta estrategia. La dificultad es que esta estrategia requiere el doble de dosis y el doble de recursos sanitarios (instalaciones, personal vacunador) en una situación en que no tenemos suficientes dosis de estas vacunas para toda la población, en que el personal y centros sanitarios están exhaustos y muy ocupados, y en que el virus crece de forma exponencial en muchos países, acelerando la necesidad de vacunación en la población.

La incertidumbre surge del hecho de que los datos disponibles y publicados no han comparado con suficiente detalle la efectividad de distintos regímenes de dosificación. Los datos disponibles hasta la fecha demuestran que a los 10-12 días de la primera dosis estas vacunas confieren una protección de alrededor del 50% contra la COVID-19. Desgraciadamente, todos los estudios fase 3 de vacunas mRNA (Pfizer/BioNTech y Moderna) hasta la fecha han administrado la segunda dosis a las tres semanas de la primera, haciendo imposible la evaluación de la efectividad de una sola dosis, o de dos dosis con más separación en el tiempo. Nos queda por tanto un “hueco” en el conocimiento científico, que habrá que resolver (oh la ciencia!) con nuevos estudios.

Todo lo que digo en los párrafos previos se refiere a lo que sabemos sobre las vacunas mRNA, pero sabemos algo más sobre las vacunas de adenovirus atenuados, entre las que se incluyen la vacuna de Oxford-AstraZeneca y la de Janssen, entre otras. Vacunas previas (para otras enfermedades) de este mismo tipo se han estudiado con dosis separadas en 2-3 (o incluso más) meses, y muchos expertos consideran que esta es la mejor opción para generar mayor protección e inmunidad.

Con vacunas de adenovirus contra otras infecciones, esperar 12 semanas entre las dos dosis no reduce la eficacia ni la seguridad

De hecho, los datos publicados hasta la fecha de la vacuna de Oxford-AZ incluyeron diversos regímenes de dosificación, con más de la mitad de participantes vacunados con la segunda dosis más de 12 semanas después de la primera. Los datos disponibles hasta la fecha no sugieren que la separación entre dosis en este caso afecten la seguridad o eficacia de esta vacuna.

Con todo esto en mente, los reguladores han tomado distintas decisiones, todas ellas válidas. Es importante tomar estas decisiones en base a la evidencia disponible, y a la vez teniendo en cuenta la situación actual en nuestra batalla contra la tercera ola de la pandemia de COVID-19 en Europa. Delante de la relativa escasez de dosis y de recursos sanitarios, y mientras se completan más estudios para resolver las dudas pendientes y resumidas en este texto, es importante tener en cuenta los riesgos y beneficios de ambas estrategias.

No hay datos sobre qué efecto tendrá  espaciar las dosis de las vacunas de ARN mensajero 

Varios comités de expertos en el Reino Unido han recomendado la administración de una sola dosis al máximo posible de población en las próximas semanas, y el primer ministro británico ha puesto el objetivo ambicioso de vacunar a dos millones de personas por semana para tener vacunada a toda la población vulnerable a mediados de febrero. Otros países harán algo distinto. Es crucial que dotemos a la ciencia de las herramientas y los datos necesarios para evaluar el impacto de estas estrategias lo antes posible. Seguiremos aprendiendo mientras luchamos contra este virus.

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