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Coronavirus

España vuelve al riesgo extremo empujada por los jóvenes: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

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Jóvenes procedentes de zonas de veraneo como Salou (Tarragona), a su llegada a la estación de autobuses de Pamplona, el pasado 3 de julio.
Jóvenes procedentes de zonas de veraneo como Salou (Tarragona), a su llegada a la estación de autobuses de Pamplona, el pasado 3 de julio.

La incidencia acumulada de la COVID-19 vuelve a dispararse en España. Este miércoles, el indicador que mide los casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días ha superado el umbral de los 250 casos que marca el nivel de riesgo extremo. La curva ha protagonizado un repunte de casi 120 puntos en la última semana similar a los que se produjeron en octubre de 2020 y enero de 2021 durante la segunda y tercera ola. Ahora bien, ¿estamos en la misma situación que entonces?

Aunque no coinciden en todas sus opiniones, los epidemiólogos consultados por DatosRTVE concurren en que la coyuntura actual es diferente a la de olas anteriores. Puesto que en esta ocasión los contagios se están produciendo en jóvenes que no están vacunados, otros indicadores como los ingresos hospitalarios o la mortalidad no están disparados, al menos de momento. Pero la presión acabará llegando si la situación no se controla.

"Si seguimos vacunando y actuamos con responsabilidad, todo irá bien; pero si el comportamiento es errático, tendremos un mes de agosto complicado", pronostican.

La incidencia supera los 250 casos

Con más de 250 casos por cada 100.000 habitantes sobre el conjunto de la población, la incidencia vuelve a lo que el semáforo epidemiológico de Sanidad define como nivel riesgo extremo. Una situación de la que España salió el pasado 23 de febrero, después de una segunda ola que duró en torno a dos meses. Sin embargo, los expertos insisten en que la incidencia en la situación actual no representa lo mismo que en meses pasados.

"Los datos de la incidencia de la enfermedad ahora no son directamente comparables con los de diciembre o enero, porque los contagios se están concentrando en gente joven y no vacunada", explica el epidemiólogo y experto en Medicina Preventiva de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Fernando Rodríguez Artalejo. Desde el pasado 29 de junio, el Ministerio de Sanidad publica diariamente la incidencia por grupos de edad, una tasa especialmente elevada entre los más jóvenes.

La incidencia a 14 días supera los 800 casos entre los jóvenes de 20 a 29 años. A pesar de la dificultad para comparar estos datos con los de otras olas, ya que se publican oficialmente de forma desagregada desde hace apenas una semana, la menor extensión de la vacunación entre estos grupos está favoreciendo la transmisión, según los expertos.

"Hemos repetido el mismo error", sentencia Joan Cayla. El miembro de la Sociedad Española de Epidemilogía critica el fin del estado de alarma el pasado 9 de mayo con una incidencia "muy superior" a la de hace un año y compara la situación actual con lo acontecido el verano pasado. Si en aquel momento se pensó que el problema estaba ya eliminado por la baja tasa de contagios, ahora se ha vivido una fase "muy eufórica" debida al efecto positivo de las vacunas, explica.

Hacia una fotografía más global de la pandemia

A pesar de que la situación actual es complicada, los expertos recuerdan que este incremento de contagios entre los jóvenes debe leerse en paralelo a otras métricas. "En el estado actual, tenemos que dirigir la mirada a otros indicadores que son muy importantes: la presión asistencial y la letalidad", ha explicado este miércoles la Ministra de Sanidad, Carolina Darias, que insta a seguir vigilando la evolución de la pandemia con prudencia.

Los hospitales aún no están saturados, pero hay más demanda en Atención Primaria

Este repunte no se está traduciendo por ahora en una mayor saturación de las UCI, que siguen estando en torno al 6,5 %, ni en un incremento de la mortalidad. "Esta población es mucho menos vulnerable al virus", explica Rodríguez Artalejo, que también señala al porcentaje de pruebas positivas como otro de los indicadores en los que fijarse ahora.

En cuanto a los ingresos hospitalarios de los jóvenes contagiados de COVID-19, los casos de personas entre 20 y 24 años son uno de cada 100, mientras que entre 25 y 29 se eleva al 1,5 % y al dos o tres por ciento entre los 30 y los 39 años, según ha afirmado la ministra.

Los datos son bajos, recuerdan los epidemiólogos, pero "la alta transmisión comunitaria sí se refleja en un aumento de la demanda de Atención Primaria". Además, afirman, existe riesgo de que contagien a otras personas en las que los síntomas podrían ser más graves y, a medida que aumenten los contagios, algunos ingresarán. "Si llegamos a tener muchos en la UCI, alguno podría morir", advierten.

Responsabilidad, restricciones y vacunación

Sobre si estamos ante el inicio de una quinta ola en nuestro país, los expertos difieren. "La subida tiene una pendiente impresionante", valora Joan Cayla, que sí la contempla. No opina lo mismo Fernando Rodríguez Artalejo, que cree que en cualquier caso "no tendría nada que ver con las anteriores" y recuerda que está ocurriendo lo mismo en otros países europeos.

Para evitar que la situación empeore en las próximas semanas, el experto de la UAM insiste en que lo más importante y difícil es la concienciación para mantener el uso de la mascarilla allí donde no haya distancias físicas. "Que no haya excesivo consumo de alcohol y que se extreme la responsabilidad individual es crucial para que las autoridades no tengan que tomar medidas", señala.

En cualquier caso, las comunidades autónomas ya han comenzado a dar marcha atrás en la desescalada y han recuperado algunas restricciones, aunque, insiste Rodríguez Artalejo, lo más previsible es que más pronto que tarde se empiece a notar el efecto de incrementar la vacunación en los jóvenes.